Aporta muchisimo entender sobre todo el "laicismo de jesus" el estar por encima de las leyes de hombres , lease religion, y revelar las leyes espirituales no solo comunes a todas las religiones sino tambien a todos los creyentes aunque no profesemos religiones y hasta inclusive los ateos ya QUE SON LEYES ESPIRITUALES. La ley fisica, por ejemplo, de gravedad no discrimina si sos ateo o creyente o rico o pobre.
El fundamento, la roca espiritual sin duda por estar todo relacionado da un ejemplo de como se debe manejar el hombre en sociedad y da ejemplo de como debe el hombre con sus leyes, por supuesto debajo de las espirituales,tal cual lo espiritual fuera la constitucion, administrar la tierra y sus hermanos haciendo leyes en consonancia con lo espiritual para realmente progresar y sobrevivir en paz armonia y felicidad la humanidad.
Este planteo es la base del futuro con respecto a que legislar y plantear leyes dentro de la democracia. Esto es muy profundo, sin embargo hay quienes no ven leyes espirituales y otros siendo creyentes no saben cuales son. Estaria bueno que nacieran de nuevo los apostoles o los "hijos" espirituales de ellos que tenian la sal que une la tierra, el "conocimiento" para que nos expliquen de nuevo si lo merecemos.
CIUDAD NUEVA ERA
Arnaldo Zenteno S.J.
Adital
Solemos meditar en muchos aspectos de la vida de Jesús, y su vida nos inspira y motiva nuestro caminar. Con toda razón decimos que somos Seguidores de Jesús. Pero hay un aspecto muy importante de la vida de Jesús que dejamos de lado y que debería inspirar nuestro caminar en la línea del compromiso social y político. Y este aspecto fundamental de su vida, es el compromiso ciudadano de Jesús.
Podemos preguntarnos ¿Jesús fue ciudadano participativo o un ciudadano pasivo? ¿Qué ejemplos encontramos en el Evangelio en que se nos muestre si Jesús fue ciudadano pasivo o participativo? Creo que muchas veces ni nos hacemos esa pregunta, ni pensamos que el fiel seguimiento implica también seguirlo en ese compromiso.
Mons. Romero lo captó muy bien cuando nos dijo: “Nadie puede decir no me meto, no me comprometo, porque sería mal cristiano y mal ciudadano”. Y se supone que nosotros no queremos ser ni malos cristianos, ni malos ciudadanos.
Para avanzar en ese camino podemos irnos haciendo unas preguntas y todas ellas en un marco concreto histórico ¿Cómo era la situación de la Palestina donde vivió Jesús y cuál era la situación de la mayoría de su Pueblo? ¿Pensamos en la pobreza de las mayorías de esa multitud que sigue a Jesús y que al final de la jornada no tenían ni pan para comer? ¿Nos detenemos a pensar que Palestina estaba colonizada, dominada por los Romanos y que Pilatos era gobernador de parte de Roma? Al encontrar en el Evangelio a Herodes ¿Pensamos que es un Reyezuelo también impuesto por Roma?
Y para entender los conflictos de Jesús con los Sumos Sacerdotes y con los fariseos, no podemos ver este conflicto solamente como fruto de actitudes y mala voluntad de ellos, sino también de una estructura social de poder. En Palestina había dos poderes: a) El poder político-político representando por Pilatos y en su medida también por Herodes. b) El poder político-religioso y económico representado por los Sumos Sacerdotes, el Sanedrín (algo así como el Senado).Y a esto se sumaban los otros poderes de este ámbito como los Fariseos, los Maestros de la Biblia (Maestros de la Ley), Saduceos etc.…
En ese marco podemos hacernos de nuevo unas preguntas:
a) ¿Por qué Jesús era mal visto, muy mal visto por las autoridades religioso-políticas de su Pueblo? Y esto se daba tanto a nivel Sumos Sacerdotes como Fariseos, Saduceos, Maestros de la Ley ¿Qué poder defendían ellos y sobre todo con qué medios?
b) Y para entender el conflicto podemos también pensar ¿en qué puntos concretos e importantes Jesús luchó por cambiar leyes y costumbres que oprimían al Pueblo y con las cuales los tenían sojuzgados?
Al pensar en la condena a muerte de Jesús no basta con decir que eran malos los Sumos Sacerdotes. Sin duda en Jesús había una ruptura para ellos: un simple laico, no un Maestro de la Ley, desafiaba sus enseñanzas. Un campesino y artesano de Galilea desafiaba su autoridad. El rompía su visión de Dios, del culto verdadero, de las leyes al servicio de su poder. El rechazaba su pureza “meramente legal”. El comía y compartía y se acercaba a los llamados “impuros y pecadores”.
El tenía discípulas, y defendía los derechos y dignidad de la Mujer. Jesús ponía la salvación no en los ritos, ni el cumplimiento de multitud de Leyes, sino en el amor a los más desheredados, al pueblo con hambre, al emigrante (Mt 25), al dejado tirado en el camino asaltado y atropellado de tantas maneras (Lc 10). Jesús se atrevía a llamar a Dios “Padre querido” y se presentaba no como un Mesías triunfante con su poder y gloria, sino el Servidor humilde que entrega la vida por los demás.
Con todo esto y mucho más que encontramos en el Evangelio Jesús nos anuncia un mundo nuevo, el Reino de Dios, Reino de Justicia, Fraternidad y Solidaridad. Y Jesús denuncia todo tipo de injusticias. Anuncia ese mundo que soñamos y que hoy día también se expresa al decir “Queremos Otro Mundo, un Mundo nuevo”.
En otra entrega podemos reflexionar en la actitud de Jesús ante las Autoridades Políticas-religiosas de su tiempo. Pero lo que hoy nos hemos preguntando, ya nos invita fuertemente a ser ciudadanos participativos como lo fue Jesús.
* Del Equipo de Servicios CNP. Comunidades Eclesiales de Base de Nicaragua
El fundamento, la roca espiritual sin duda por estar todo relacionado da un ejemplo de como se debe manejar el hombre en sociedad y da ejemplo de como debe el hombre con sus leyes, por supuesto debajo de las espirituales,tal cual lo espiritual fuera la constitucion, administrar la tierra y sus hermanos haciendo leyes en consonancia con lo espiritual para realmente progresar y sobrevivir en paz armonia y felicidad la humanidad.
Este planteo es la base del futuro con respecto a que legislar y plantear leyes dentro de la democracia. Esto es muy profundo, sin embargo hay quienes no ven leyes espirituales y otros siendo creyentes no saben cuales son. Estaria bueno que nacieran de nuevo los apostoles o los "hijos" espirituales de ellos que tenian la sal que une la tierra, el "conocimiento" para que nos expliquen de nuevo si lo merecemos.
CIUDAD NUEVA ERA
Arnaldo Zenteno S.J.
Adital
Solemos meditar en muchos aspectos de la vida de Jesús, y su vida nos inspira y motiva nuestro caminar. Con toda razón decimos que somos Seguidores de Jesús. Pero hay un aspecto muy importante de la vida de Jesús que dejamos de lado y que debería inspirar nuestro caminar en la línea del compromiso social y político. Y este aspecto fundamental de su vida, es el compromiso ciudadano de Jesús.
Podemos preguntarnos ¿Jesús fue ciudadano participativo o un ciudadano pasivo? ¿Qué ejemplos encontramos en el Evangelio en que se nos muestre si Jesús fue ciudadano pasivo o participativo? Creo que muchas veces ni nos hacemos esa pregunta, ni pensamos que el fiel seguimiento implica también seguirlo en ese compromiso.
Mons. Romero lo captó muy bien cuando nos dijo: “Nadie puede decir no me meto, no me comprometo, porque sería mal cristiano y mal ciudadano”. Y se supone que nosotros no queremos ser ni malos cristianos, ni malos ciudadanos.
Para avanzar en ese camino podemos irnos haciendo unas preguntas y todas ellas en un marco concreto histórico ¿Cómo era la situación de la Palestina donde vivió Jesús y cuál era la situación de la mayoría de su Pueblo? ¿Pensamos en la pobreza de las mayorías de esa multitud que sigue a Jesús y que al final de la jornada no tenían ni pan para comer? ¿Nos detenemos a pensar que Palestina estaba colonizada, dominada por los Romanos y que Pilatos era gobernador de parte de Roma? Al encontrar en el Evangelio a Herodes ¿Pensamos que es un Reyezuelo también impuesto por Roma?
Y para entender los conflictos de Jesús con los Sumos Sacerdotes y con los fariseos, no podemos ver este conflicto solamente como fruto de actitudes y mala voluntad de ellos, sino también de una estructura social de poder. En Palestina había dos poderes: a) El poder político-político representando por Pilatos y en su medida también por Herodes. b) El poder político-religioso y económico representado por los Sumos Sacerdotes, el Sanedrín (algo así como el Senado).Y a esto se sumaban los otros poderes de este ámbito como los Fariseos, los Maestros de la Biblia (Maestros de la Ley), Saduceos etc.…
En ese marco podemos hacernos de nuevo unas preguntas:
a) ¿Por qué Jesús era mal visto, muy mal visto por las autoridades religioso-políticas de su Pueblo? Y esto se daba tanto a nivel Sumos Sacerdotes como Fariseos, Saduceos, Maestros de la Ley ¿Qué poder defendían ellos y sobre todo con qué medios?
b) Y para entender el conflicto podemos también pensar ¿en qué puntos concretos e importantes Jesús luchó por cambiar leyes y costumbres que oprimían al Pueblo y con las cuales los tenían sojuzgados?
Al pensar en la condena a muerte de Jesús no basta con decir que eran malos los Sumos Sacerdotes. Sin duda en Jesús había una ruptura para ellos: un simple laico, no un Maestro de la Ley, desafiaba sus enseñanzas. Un campesino y artesano de Galilea desafiaba su autoridad. El rompía su visión de Dios, del culto verdadero, de las leyes al servicio de su poder. El rechazaba su pureza “meramente legal”. El comía y compartía y se acercaba a los llamados “impuros y pecadores”.
El tenía discípulas, y defendía los derechos y dignidad de la Mujer. Jesús ponía la salvación no en los ritos, ni el cumplimiento de multitud de Leyes, sino en el amor a los más desheredados, al pueblo con hambre, al emigrante (Mt 25), al dejado tirado en el camino asaltado y atropellado de tantas maneras (Lc 10). Jesús se atrevía a llamar a Dios “Padre querido” y se presentaba no como un Mesías triunfante con su poder y gloria, sino el Servidor humilde que entrega la vida por los demás.
Con todo esto y mucho más que encontramos en el Evangelio Jesús nos anuncia un mundo nuevo, el Reino de Dios, Reino de Justicia, Fraternidad y Solidaridad. Y Jesús denuncia todo tipo de injusticias. Anuncia ese mundo que soñamos y que hoy día también se expresa al decir “Queremos Otro Mundo, un Mundo nuevo”.
En otra entrega podemos reflexionar en la actitud de Jesús ante las Autoridades Políticas-religiosas de su tiempo. Pero lo que hoy nos hemos preguntando, ya nos invita fuertemente a ser ciudadanos participativos como lo fue Jesús.
* Del Equipo de Servicios CNP. Comunidades Eclesiales de Base de Nicaragua
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